domingo, 16 de mayo de 2010

FINITUD

FINITUD
Por Don Aurelio



Los viejos caminos
aquellos rieles orgullosos
que brillaban bajo el sol
en la siesta impiadosa de enero
duermen acunados 
por la madera noble
que soporta su peso.
Duermen.
Velan.
Vigilan.
Aguardan el sonido
inconfundible
de las máquinas
que mueren lejos,
en donde nadie las recuerda
como estos rieles anhelantes.

Foto: fuente

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